En el centro del mundo, una fuente preñada.
Sus habitantes de picos y alas,
hacen sus faenas diarias.
Sale el duende de su rincón,
vestido con su volumen de coraza,
quedando encerrado en el marco de tu ventana;
margaritas y jazmines, cadenan su espalda.
La miel de tu boca corre por su garganta.
Espera la espera, de tu recalada.
Te dejaras caer pisando la mañana.
Vestida de rocío, con los colores de su alma.
Vuelve el duende al rincón de la habitación,
habitada de tus sueños de olores,
que le embriaga en la espera.
El espera, esperando esta en la espera..
Colecciona en silencio estrellas apagadas.
Se mira sus manos vacías,
como espejo de tu alma.
Queda el duende en su rincón,
en su misión cotidiana.
Uribazo.
Julio 03 / Mayo 04.