El amor del Gato.
Con cuanto amor contenido
desespero al ver que no contesta.
Quedo sediento, voy a tiento por los rincones,
imaginando las locuras que la distancia
me priva de ti.
No bajo de esta encrucijada, abatido
por el lamer del viento.
Refugios no encuentro, en esta piel castigada.
Mis ojos, atados a esta atalaya,
emborrachado de miopía, no distingue tu silueta.
Cuanto me cuesta caminar por esta cuerda
de piel seca, la garganta quebrada.
Y mis manos.
Mis manos llenas de raíces sembradas.
Todas las mañana voy al puerto,
brisa marina, que me azota el alma.
La barca parte con una sonrisa burlona,
se lleva en su regazo a otro con más suerte.
Mis pantalones como velas se hinchan.
Pongo rumbo a la imaginación deseada,
donde aparece tú, como estrella del horizonte.
Por más que me empine
mis manos no llegan a tocarte.
Y mis manos.
En gesto de protesta entre el y yo.
El, sol te devora con ansias lujuriosa.
En mi frente, grababa el señor con rabia celosa,
tu perímetro monumental.
Hurgo en la caja de los recuerdos:
Calles empedradas.
Columnas como piernas.
Puertas como bocas sedientas, hambrientas.
Escaleras húmedas hecha de caracola de pentagramas.
Sexos como abecedarios de principiantes.
Y tus manos.
Manos hábiles de diosas invisible,
marcaron el ritmo de mi entrepiernas.
Bostezo después de,
fumé después de,
desenredado después de.
Después de
vivo.
Deslizo mi cuerpo por los tejados.
Soy el gato de mi cuadro.
Tú alimentas al pájaro.
Yo alimento tu orgullo.
Que consuelo, el pájaro será mi bocado.
Yo seguiré en este marco,
maullando,
aullando.
Lamiendo mis viejas heridas,
jugando con mi pereza.
Mañana volveré a repetirme.
Una pata,
una cabeza,
el cuerpo
y el rabo.
Y mia manos y mis patas y tus manos.
Saldré de este escenario.
Volveré a ser yo,
volveré al dique del puerto
en busca de un barco de cristal.
Sí, será mañana
eso espero, si no he muerto
consuelo, siete vidas tengo.
¡Cuidado, una te queda Uribazo!
..
Uribazo.
Mayo / Julio 2003.