Las puertas.

Siempre me pregunto,
por que estoy aquí,
al lado de este muro.
Si de lo inconforme a lo tierno,
solo hay una puerta.
Cerrada para los ciegos
de corazón de hierro,
entornada a los enanos
de sonrisa no comprada,
abierta al atrevido
que pisa dejado hullas.
Puertas que florecen en los caminos,
para esos, que son molestos.
Puertas que no temen al paso,
con miradas clara de inocencia.
Puertas de espíritus libre como el viento.
Yo tengo una puerta,
que vive en el marco de otra puerta,
que lucha, entre la verdad cerrada
y la falsedad abierta.

No teme, pero lleva a su espalda,
el miedo de su soledad,

lucho y derrumbo muchos muros,
encontrando infinidad de puerta.
Ahora tiene una de verdad,
color verde, con su muro de lechada.
¿Qué puerta abrir?, si todas se parecen.
Por que las puertas sin muro son,
infancia sin suerte.
Abre la puerta vecino.
Abre la puerta mujer.
Abre la puerta hijo.
Abre la puerta amigo.
Abra la puerta usted,
Abran las puertas, todos.
Las que están erradas,
las que están pintadas,
en nuestros pechos.
Abrirla, por favor,
pero hacerlo
de una puta vez.


Uribazo.
Febrero - Abril del 04.
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