Delito de calor.
El calor.
Atraen a los cuerpos como ímanes.
Donde el salitre,
destilados de los deseos
quema la piel en desenfreno.
Tu cuerpo.
De agua vendita esta húmedo,
saciando las turbaciones del mió.
Los miembros adormecidos,
por tu fémina tonada.
La brisa.
Testigo del frescor en el tálamo,
del dar y tomar, quedo empapado,
un alo de olor a pasión en flor fue dado.
La noche.
A poco sabe su color achocolatado,
cuando en la lejanía tu silueta,
en ocaso va.
El recuerdo.
Unico testigo del delito de amor.
Que dos locos amantes consumaron,
una noche de calor.
Uribazo.
Julio 2007
Phoenetia/Coral Gables.