72 horas.
Han pasado horas,
sin tu aliento.
Pensando en el infinito;
del rio que lleva al comienzo.
He visto al horarío y al minutero,
luchar por tí;
por tu ausecia y cruel silencio.
Horas como cuenca de un rosario,
rezando por tu regreso.
Has señor:
que su siluta penetre por mi ventana,
que su olor me ahoge en las mañanas,
que sus labios bese mis entrañas.
He sentido como los segundo me devora,
en este cascarón de almoadas y colcha.
La mañana se hace larga,
la tarde calurosa y la noche:
la noche señor: celestina del tiempo.
Has señor:
Que su locura sea mi consuelo,
que su risa sea mis anelos,
que sus brazos sean mis aparejos.
Solo eso señor: pido yo.
El tiempo se consume con dolor,
por no tenerla a mi lado,
mi estrella de amor.
Ella es iluminaria de este mar;
de sabana y algodón.
Has señor:
Que pasadas estas horas,
regrese mi amor.
Uribazo.
5 - Enero - 2009.
Coral Gables.